Toma papel y boli, luego haz click sobre cada uno de los 10 párrafos numerados, para ver las 3 opciones de respuesta, por último elige la más habitual en ti y anótala
Ahora analicemos tus respuestas:
Haz el recuento de respuestas tipo 0, 1 y 2. Esta valoración te dará información sobre una tendencia en la actitud con la que sueles ver o vivir la vida.
¿Qué tipo de respuestas ha sido mayoritario? Anótalo también
Este predominio de un tipo de respuesta frente a otro, te revelan una tendencia a actuar de determinada forma frente a todos los órdenes de tu vida, y por ello te propongo que veas aquí abajo la interpretación de tu valorización, para decidir si quieres hacer un cambio en tu vida.
¿Cómo puede ayudarte esta valoración?
Independientemente del resultado te propongo que observes tus pensamientos en respuesta a cualquier situación que se presente. Observa qué palabras utilizas o eliges para “enunciar o describir tu vida”. Especialmente a estas tres palabras:
- TENGO QUE (en cualquier persona, número y tiempo verbal: tendría que, tienes que…)
- QUIERO (siempre y cuando esté referido a algo que esté en tu mano, no referido a alguien: quiero salir a cenar. Sin embargo: Quiero que me llames y me digas… no sería válido porque está referido a algo que quieres que otros hagan por ti o para ti)
- PERO o ES QUE…
Una vez hayas identificado el pensamiento que enuncia tu realidad en ese momento determinado, prueba a decirlo despacio, y atento al cuerpo, utilizando una de estas tres palabras y observa tu pecho ¿se abre y respiras profundamente? O ¿se cierra y endurece dificultando la respiración profunda?
Por ejemplo, ante la situación de un conflicto o discusión en una relación con otra persona puedes decir:
- Tengo que recuperar la relación
- Quiero recuperar la relación
- Es que no me responde, no hay nada que hacer. Ya he intentado recuperar la relación pero no me responde
¿Qué has sentido en el pecho? ¿Con cuál de ellas has sentido más fuerza?
La única respuesta que te permite pasar a la acción es la tipo 0, en este caso la segunda opción, porque es la respuesta propia del adulto, la que te ayuda estar en el momento presente. Desde ahí puedes ver lo que hay y vivirlo como corresponda en cada momento, dando la opción de que esa vivencia sea nueva.
Las otras dos respuestas impiden el cambio. Te reafirman en lo conocido, en lo de «toda la vida”. Cuanto más repites los patrones de respuesta tipo 2 y tipo 1, más difícil te será que tu vida cambie y, por tanto, más difícil dejar atrás el miedo y la culpa del tipo 1, o la frustración y la amargura del tipo 2.
No obstante, pasamos por los tres tipos de respuesta relacional de manera continua. El objetivo es darnos cuenta y decidir ir al tipo de respuesta con la que te sientes mejor. Sólo con haberte dado cuenta de que no estás en una respuesta de fuerza, ya recuperas parte de tu potencial. Lo siguiente es situarte en la respuesta adulta hasta la siguiente situación en la que puedes decidir de nuevo cómo vivirla.
¿Quieres que sigamos en contacto? recuerda confirmar el correo que he enviado a tu casilla. Recibirás periódicamente tips para tí , novedades de cursos y solo información que pueda serte útil en tu proceso de desarrollo personal.
(si acaso no está en tu bandeja, busca en Spam)