Hay un refrán que dice: “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”
Pero, aunque ya sepas los resultados ¿estás seguro de que quieres seguir ese consejo?
Puedes elegir perpetuar miedos y bloqueos, tristeza y ansiedad, incluso cualquier tipo de conflicto personal o relacional; o bien puedes abrirte a eso “bueno por conocer” al que tanto temes y que te llevará a encontrar la mejor versión de ti mismo: tu “YO” en el momento presente.
Cuando te permites abrirte a “lo bueno por conocer”, puedes descubrirte, aprender a valorarte y vivir de forma consciente.
¿Estás dispuesto a iniciar este viaje? Tú eliges.
Si lo estás, me comprometo contigo a acompañarte en tu proceso de crecimiento, y para ello te guiaré para que utilices los recursos con los que ya cuentas. Te propondré estrategias que podrás utilizar en tu día a día y que te permitirán conocerte, conectar contigo y avanzar en la vida con seguridad.
Cuenta conmigo, sé de la importancia de poder parar y mirar hacia adentro para rearmar el propio rompecabezas, sé también que no es tarea fácil, sobre todo si no sabes cómo.
Y en este punto quiero que sepas que todo lo que has vivido tiene sentido y que, por duro que sea, no puedes escapar de lo que te toca. La dureza y el dolor de ciertas situaciones trae consigo la posibilidad de transformarlo en más crecimiento y más fuerza para tu vida.
Mi nombre es Lola y adoro trabajar con personas. Soy una apasionada de la vida y también de sus retos.
Desde hace más de 22 años acompaño a mis pacientes a transitar por las distintas etapas de crecimiento personal. Como psicóloga clínica, he valorado, tratado y guiado más de 3000 procesos de intervención terapéutica.

Hay un refrán que dice: “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”
Pero, aunque ya sepas los resultados ¿estás seguro de que quieres seguir ese consejo?
Puedes elegir perpetuar miedos y bloqueos, tristeza y ansiedad, incluso cualquier tipo de conflicto personal o relacional; o bien puedes abrirte a eso “bueno por conocer” al que tanto temes y que te llevará a encontrar la mejor versión de ti mismo: tu “YO” en el momento presente.
Cuando te permites abrirte a “lo bueno por conocer”, puedes descubrirte, aprender a valorarte y vivir de forma consciente.
¿Estás dispuesto a iniciar este viaje? Tú eliges.
Si lo estás, me comprometo contigo a acompañarte en tu proceso de crecimiento, y para ello te guiaré para que utilices los recursos con los que ya cuentas. Te propondré estrategias que podrás utilizar en tu día a día y que te permitirán conocerte, conectar contigo y avanzar en la vida con seguridad.
Cuenta conmigo, sé de la importancia de poder parar y mirar hacia adentro para rearmar el propio rompecabezas, sé también que no es tarea fácil, sobre todo si no sabes cómo.
Y en este punto quiero que sepas que todo lo que has vivido tiene sentido y que, por duro que sea, no puedes escapar de lo que te toca. La dureza y el dolor de ciertas situaciones trae consigo la posibilidad de transformarlo en más crecimiento y más fuerza para tu vida.
Mi nombre es Lola y adoro trabajar con personas. Soy una apasionada de la vida y también de sus retos.
Desde hace más de 22 años acompaño a mis pacientes a transitar por las distintas etapas de crecimiento personal. Como psicóloga clínica, he valorado, tratado y guiado más de 3000 procesos de intervención terapéutica.
Inicié mis estudios y me licencié en la universidad de Valencia, con una marcada orientación Cognitivo-Conductual. El trabajo terapéutico desde esta orientación, me permitió trabajar el síntoma de una forma en que lo disminuía e incluso desaparecía. Sin embargo, también pude ver como al tiempo reaparecía con los mismos síntomas o incluso más fuertes, dejando a la persona con miedo y sin recursos.
Yo buscaba poder acceder al origen del síntoma, por eso decidí sumar los conocimientos de la psicología humanista, que me permitió mirar a la persona en continuo desarrollo y crecimiento. Aunque no había manera, seguía sin ver claro el origen del problema, así que volví al análisis transaccional y a su mirada de los 3 estados del Yo.
Entendí allí que en los estados de “Yo niño” y del “Yo padre”, se encuentran el origen de los miedos y bloqueos que nos estancan.
Inicié mis estudios y me licencié en la universidad de Valencia, con una marcada orientación Cognitivo-Conductual. El trabajo terapéutico desde esta orientación, me permitió trabajar el síntoma de una forma en que lo disminuía e incluso desaparecía. Sin embargo, también pude ver como al tiempo reaparecía con los mismos síntomas o incluso más fuertes, dejando a la persona con miedo y sin recursos.
Yo buscaba poder acceder al origen del síntoma, por eso decidí sumar los conocimientos de la psicología humanista, que me permitió mirar a la persona en continuo desarrollo y crecimiento. Aunque no había manera, seguía sin ver claro el origen del problema, así que volví al análisis transaccional y a su mirada de los 3 estados del Yo.
Entendí allí que en los estados de “Yo niño” y del “Yo padre”, se encuentran el origen de los miedos y bloqueos que nos estancan.
Por el contrario, en el “Yo adulto” reside la fuerza, la acción y la realidad presente.
Ahora sí observaba como los casos de mis pacientes evolucionaban, pero quería ir aún más allá, necesitaba seguir buscando, así que me abrí al pensamiento sistémico en lo relacional. Esto, me permitió integrar a mi consulta lo aprendido en el Máster de Posgrado en orientación y terapia familiar, que realicé tras licenciarme.
Ya había recorrido 5 años de evolución profesional, cuando perdimos a nuestra primera hija por una muerte súbita al momento de nacer, a lo que luego le siguieron más dolores maternales. En ese momento mi profesión me hizo de andamio y, como parte de mi búsqueda, inicié un trabajo de desarrollo personal en el ámbito del Psicoanálisis. Y, sobreviví.
A través del trabajo con los sueños, aprendí a mirar todo lo anterior sin miedo y con mucho amor, a asumir todo lo de atrás y a coger fuerzas sobre lo vivido, por doloroso que fuera. Fue como una especialización informal, un Máster o Postgrado de vida que me ayudó a crecer también en mi profesión.
¿Por qué te cuento esto? Porque quiero que sepas que las herramientas que pongo a tu disposición, han sido testadas por mi.
Y, gracias a sus resultados, confío en ellas tanto como confío en que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida, lograr paz y conseguir felicidad a pesar de todo lo que te haya tocado vivir.
Por el contrario, en el “Yo adulto” reside la fuerza, la acción y la realidad presente.
Ahora sí observaba como los casos de mis pacientes evolucionaban, pero quería ir aún más allá, necesitaba seguir buscando, así que me abrí al pensamiento sistémico en lo relacional. Esto, me permitió integrar a mi consulta lo aprendido en el Máster de Posgrado en orientación y terapia familiar, que realicé tras licenciarme.
Ya había recorrido 5 años de evolución profesional, cuando perdimos a nuestra primera hija por una muerte súbita al momento de nacer, a lo que luego le siguieron más dolores maternales. En ese momento mi profesión me hizo de andamio y, como parte de mi búsqueda, inicié un trabajo de desarrollo personal en el ámbito del Psicoanálisis. Y, sobreviví.
A través del trabajo con los sueños, aprendí a mirar todo lo anterior sin miedo y con mucho amor, a asumir todo lo de atrás y a coger fuerzas sobre lo vivido, por doloroso que fuera. Fue como una especialización informal, un Máster o Postgrado de vida que me ayudó a crecer también en mi profesión.
¿Por qué te cuento esto? Porque quiero que sepas que las herramientas que pongo a tu disposición, han sido testadas por mi.
Y, gracias a sus resultados, confío en ellas tanto como confío en que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida, lograr paz y conseguir felicidad a pesar de todo lo que te haya tocado vivir.
Con mi experiencia de vida, me di cuenta de que la realidad no se puede cambiar, aunque sí se puede cambiar la forma en que la vives.
Descubrí que puedes abrazar la responsabilidad de elegir vivir en la lucha o en sintonía, estancarte o crecer y avanzar.
Y continué mi búsqueda hacia una intervención cada vez más eficaz, fue así que encontré el psicodrama como herramienta para las emociones secundarias. Luego descubrí las nuevas constelaciones familiares de Bert Hellinger a través de Brigitte Champetier de Ribes. Desde esta perspectiva por fin encontré respuesta para las emociones en todos los formatos en que las sentimos, para soltar el pasado y -aún más importante- para asumir la realidad y vivir en el presente.
En el mismo camino me encontré con el eneagrama y la PNL (programación neurolinguística), de donde obtuve herramientas y conceptos que facilitan el acercamiento a la realidad.
Es que entender cómo funciona el cerebro me ha facilitado la vida y, compruebo cada día, que a mis pacientes también les es útil. Cuanto más sepas del “software” que te viene de serie más rendimiento y optimización podrás obtener.
Con mi experiencia de vida, me di cuenta de que la realidad no se puede cambiar, aunque sí se puede cambiar la forma en que la vives.
Descubrí que puedes abrazar la responsabilidad de elegir vivir en la lucha o en sintonía, estancarte o crecer y avanzar.
Y continué mi búsqueda hacia una intervención cada vez más eficaz, fue así que encontré el psicodrama como herramienta para las emociones secundarias. Luego descubrí las nuevas constelaciones familiares de Bert Hellinger a través de Brigitte Champetier de Ribes. Desde esta perspectiva por fin encontré respuesta para las emociones en todos los formatos en que las sentimos, para soltar el pasado y -aún más importante- para asumir la realidad y vivir en el presente.
En el mismo camino me encontré con el eneagrama y la PNL (programación neurolinguística), de donde obtuve herramientas y conceptos que facilitan el acercamiento a la realidad.
Es que entender cómo funciona el cerebro me ha facilitado la vida y, compruebo cada día, que a mis pacientes también les es útil. Cuanto más sepas del “software” que te viene de serie más rendimiento y optimización podrás obtener.
La investigación constante es mi forma de evitar el estancamiento y la rigidez de lo impuesto, aunque por encima de todo me mueve el interés por ampliar mi mirada al ser humano en todo su potencial.
En esta búsqueda, de manera natural y sin proponérmelo, llegué a la creación de un método de trabajo e intervención terapéutica al que he llamado MOTUS, que en latín significa movimiento, y que me permite guiarte a ser consciente del momento presente, al adulto en acción.
Todos venimos al mundo con una misión que desconocemos y que da sentido a nuestra vida. Esa es la razón para coger las riendas de tu vida y ponerte en movimiento, desde aquí, desde el momento presente.
La investigación constante es mi forma de evitar el estancamiento y la rigidez de lo impuesto, aunque por encima de todo me mueve el interés por ampliar mi mirada al ser humano en todo su potencial.
En esta búsqueda, de manera natural y sin proponérmelo, llegué a la creación de un método de trabajo e intervención terapéutica al que he llamado MOTUS, que en latín significa movimiento, y que me permite guiarte a ser consciente del momento presente, al adulto en acción.
Todos venimos al mundo con una misión que desconocemos y que da sentido a nuestra vida. Esa es la razón para coger las riendas de tu vida y ponerte en movimiento, desde aquí, desde el momento presente.
Mi tarea es ayudarte a acceder a toda la fuerza interior que encontrarás en ti al aprender a vivir en el presente. Desde ese aquí y ahora, podrás soltar lo de atrás y abrirte a lo nuevo para -por fin- ir hacia adelante.
Y esa primera acción empieza por un primer paso: tu decisión. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo no haces. Aquí estoy para ti, para acompañarte y guiarte.
Pues ADELANTE
(Conoce aquí las formas en las que podemos trabajar y elige la que más se adapte a ti)
Mi tarea es ayudarte a acceder a toda la fuerza interior que encontrarás en ti al aprender a vivir en el presente. Desde ese aquí y ahora, podrás soltar lo de atrás y abrirte a lo nuevo para -por fin- ir hacia adelante.
Y esa primera acción empieza por un primer paso: tu decisión. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo no haces. Aquí estoy para ti, para acompañarte y guiarte.
Pues ADELANTE
(Conoce aquí las formas en las que podemos trabajar y elige la que más se adapte a ti)